sábado, 23 de octubre de 2010

REFLEXIONES DESDE LA PEDAGOGÌA

Pensemos con seriedad la escuela y la educación del siglo XXI
Reflexionando sobre la importancia de la escuela y la educación en la sociedad, comencé a analizar que aún en el país no hay una claridad meridiana sobre éstas, no obstante las múltiples percepciones e investigaciones sobre el tema. Todo se queda en buenas intenciones y del papel no pasan.
Actualmente se dan infinidades de capacitaciones, congresos, simposios y foros nacionales e internacionales, y aún seguimos sin tener una postura propia que posibilite aunar esfuerzos para trascender el pensamiento anquilosado del discurso insustancial de pedagogías extrañas a nuestra realidad. Sin descartar que el conocimiento deba poseer una visión universal que responda a la certeza y a la verdad que dignifique la condición del ser humano, no equivocamos constantemente. Pervivimos en un aletargamiento y nuestro discurrir es monótono.
Entonces, esas buenas intenciones no trascienden más y todo se diluye en el ocaso del olvido a través de normas y exigencias descriteriadas.
Las primeras preguntas surgidas y que deben ser respondidas por la sociedad, el magisterio y los gobiernos son: ¿Cuál es la verdadera función de la escuela: la enseñanza y aprendizaje de conocimientos disciplinares o suplir lo que otras instancias sociales no hacen o, por el contrario, les compete ambas cargas de responsabilidad? ¿Puede la escuela suplir funciones y falencias de los demás entes sociales para combatir el pandillismo, la drogadicción, el sicariato, la prostitución infantil y juvenil, entre otros problemas, por medio de planes y programas trazados desde administraciones descontextualizadas de la realidad?¿ No es esto mucha responsabilidad? ¿Entonces, dónde quedan los conocimientos básicos de los saberes disciplinares para que niños y jóvenes puedan aprender y generar un desarrollo socioeconómico y podamos tener una vida digna?¿Dónde quedan las responsabilidades de la familia, del estado, de la iglesia, de los medios y de la clase dirigente en la educación de las nuevas generaciones? ¿Si la escuela además de preparar para la vida, también es el espacio para la adquisición de los rudimentos del conocimiento científico, entonces por qué se desvirtúa con la súperexigencia a los maestros y directivos escolares de labores que se desbordan más allá de sus capacidades profesionales?
Se podrá afirmar que los retos de la época son estos, pero, en mi  opinión, la educación escolar y la labor docente se pierde, quedando a un lado su sentido y funcionalidad.
De otra parte, no hay que olvidar que el conocimiento generado actualmente en todas las disciplinas ha aumentado considerablemente por las diferentes investigaciones y descubrimientos. El profesional del ahora, ya no maneja la enciclopedia cognoscitiva de hace unas décadas; igualmente, los problemas de ahora no son los mismos de los niños y jóvenes de hace unas décadas atrás. Entonces, ¿por qué no dosificar las responsabilidades y comenzar a trabajar interdisciplinariamente desde y con cada área de conocimiento por la estructuración de una sociedad justa y equitativa? ¿Por qué no delegar esas otras funciones a quienes correspondan como entes sociales también comprometidos con la formación integral del individuo?
La cuestión, en mi concepto, es que no hay unos criterios bien definidos en las políticas estatales y todos los actores, sin saber sobre la materia, quieren dejar su rúbrica, haciéndose protagonistas de una causa que excluye a quienes deberían debatir sobre la temática. Es bueno que todos aportemos, pero quienes deberían discurrir en la materia son los maestros y quienes investigan la educación, la pedagogía, la sicología, el lenguaje, la filosofía, entre otras áreas humanísticas.
Lastimosamente en el país todos somos toderos;de allí que no haya un norte definido hacia donde podamos dirigir la barca. Aquí se requiere un compromiso social, ético y profesional, en todas las órdenes, que vislumbre y posibilite una transformación en el actuar de las políticas educativas.
Hoy se puede hablar de planes decenales, de programas para erradicar el analfabetismo, de padrinazgos internacionales, de menciones, premios, medallas y pergaminos rimbombantes de la educación, pero si no tenemos un sentido pertinente de lo que deseamos y cómo lograrlo, se hará imposible materializar los sueños de progreso y desarrollo, y el país seguirá sufriendo las consecuencias de administraciones técnicas superficiales, que no contribuyen al bienestar de las gentes que, al final, es la esencia de todo lo que se hace.


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                                                                   EL ARTE DE SER MAESTRO
In memoriam a mis colegas y amigos: Olga Villegas Robles, William Salgado y Alfonso Rodríguez.
                           “¡De memoria!
Así rapan los intelectos como  las cabezas.     Así sofocan la persona del niño,
                                      en vez de facilitar el movimiento y expresión
                                      de la originalidad que cada criatura trae en sí;
                                             así producen una uniformidad repugnante
                                                y estéril
                                                y una especie de librea de las inteligencias.”
                                                      
 José Martí

                                                                                                            

¿Qué significa ser maestro? ¿Compromiso de convicciones profundas o mera alternativa de advenedizos sin vocación e intencionalidad pedagógica? Aparentemente las respuestas son múltiples, acordes a la formación y la posición política de quien responda. Sin embargo, en una sociedad mediatizada y globalizada, los profesionales de la educación, tal vez no poseen esas herramientas requeridas para configurar un ideal de individuo para la época, puesto que la realidad ha comenzado a ensancharse de tal forma que es imposible abarcarla de un vistazo y con la misma idealización de hace algunos años atrás. El aletargamiento del medio permite que haya un juego entre lo que se desea y las circunstancias del acto educativo, y lo que prima son intereses materialistas que confunden el arte de enseñar. Máxime en el comercio de la educación del siglo XXI.
Comencemos diciendo que el ser maestro consiste en hacerse un pilar fundamental de la sociedad y la cultura. No es cuestión de solución económica, porque no hay donde laborar y el único camino que queda, es ser profesor, profesión que cualquier instructor puede ejercer con lujo de detalles. No obstante, aún el maestro- puede leerse profesor- del aquí y del ahora, con contadas excepciones, no ha dimensionado su función socio-cultural por tener baja autoestima, o porque no se valora en su condición transformadora o por miedo a ser desaparecido por los fantasmas del amedrentamiento. Se ha acomodado y anquilosado en su rutina acrítica sin trascender en su quehacer.
No podemos olvidar que la educación es un acto político esencial y trae opciones para quien asiste a su praxis y el temor de quien maneja el poder. El maestro es un transformador por antonomasia. Educar es un arte y quien enseña, un artista; además de ser un rebelde contra el establecimiento.
Para ser maestro es necesario comprometerse consigo mismo y con el momento socio histórico; poseer una concepción amplia y profunda de la educación como arte y ciencia de conducir, guiar, liderar y orientar a niños y jóvenes. Este arte requiere sentido social, sinergia especial para que niños y jóvenes posibiliten una real transformación personal y social, no obstante la ideología de la inmovilidad del pensamiento pedagógico, subyacente en la sociedad.
Hoy, el pensamiento de no poder hacer nada ante el fatalismo de las políticas económicas y sociales imperantes, debilitan la resistencia de muchos maestros - léase profesor- que ven esfumarse sus esfuerzos en una cotidianidad inalterable y sin posibilidades para sus pupilos. La ética de mercado y la hegemonía de quienes empobrecen a la humanidad socavan las ideas de transformación e imponen sus ideologías a través de los medios, no beneficiando a la mayoría. La depredación de nuestra naturaleza, de nuestro planeta, es la piedra angular de comportamientos egoístas y desnaturalizados contra el mismo humano; no existe conciencia de grupo; la individualidad, el egoísmo permea el accionar de muchos.
Entonces, ser maestro compromete desde lo político, lo ético, lo pedagógico y lo epistemológico; por tanto, es una condición sine qua non para contrarrestar el poder hegemónico que no aceptará alternativas de transformación del establecimiento, ya que sería echarse la soga al cuello y perder sus espacios de poder. El magisterio es acción de rebeldía contra todo lo que atenta la condición humana. Es necesario resignificar el arte de enseñar con grandes ideas, valores y acontecimientos que encuentren en el hombre su sentido y significado. La escasez de percepciones dinámicas, que cambien la rutina reiterativa de enseñar para seguir en lo mismo, no debe imperar en las escuelas mientras haya maestros renovadores y conscientes con su función histórica; pues, “la educación es un proceso de conocimiento, formación política, manifestación ética, búsqueda de la belleza, capacitación científica y técnica”. Educación para la transformación de los seres humanos, indispensable y necesaria para una vida digna.
La búsqueda de un enfoque ético, que ponga a funcionar lo teòrico-pràctico del acto educativo en una “realidad inamovible”, vendida por las clases hegemónicas, sería el eje central de una pedagogía para la democracia. No es aceptable que el maestro niegue las injusticias y desigualdades que socavan la realidad donde ejerce sus actividades pedagógicas; ya que, la acción pedagógica debe estar inmersa en el reconocimiento del contexto. Educar conociendo el contexto es un principio epistemológico de una pedagogía dialéctica, reconocedora del diálogo y la contradicción como soportes de una educación liberadora, transformadora del hombre. Se sabe que a través de la violencia, la descalificación, la invisibilidad, el desplazamiento y el amedrentamiento, actos cotidianos y ejercicios del poder, amilanan las transformaciones soñadas desde el imaginario magisterial. La marginación, la falta de respeto hacia los derechos humanos, el acrecentamiento de la pobreza y la depredación del medio ambiente hacen carrera como cualquier acción benéfica para la humanidad. Por tanto, la toma de conciencia del maestro y de quienes educan es básica para contrarrestar la intolerancia y la exclusión. Conocemos la insensibilidad de muchos ante la mentira, el engaño, la calumnia, la injuria, la corrupción, el desplazamiento, la depredación de los recursos naturales; sin embargo, el maestro no encamina su quehacer hacia la ruptura del paradigma positivista del conocimiento, ese de las verdades inamovibles, olvidando que, la educación es un acto de quiebre, de toma de caminos hacia la materialización de sueños de igualdad que han movido a las grandes sociedades. Debe plantearse un discurso coherente entre práctica y teoría, que ahonde en un equilibro sociocultural. Como diría el pedagogo alemán Diesterweg “el mal maestro informa la verdad, mientras que el bueno enseña cómo encontrarla”.

La honestidad, la solidaridad, el respeto, la tolerancia, entre muchos principios, deben manifestarse consecuentemente por el maestro para contrariar la ética mercantilista, de oferta y demanda, del cinismo y engaño, manifiestos en las actividades de quienes dirigen la nación. Recuperar la esperanza como acción o necesidad del ser a través de la historia; pues, “si cancelamos la esperanza y el sueño, no habrá entonces una plataforma para, desde ahí, pensar los demás temas”.

Referencia bibliográfica
Ortiz, Ocaña Alexander Luis; Metodología de la enseñanza problèmica en el aula de clases, Ediciones Asiesca. Barranquilla, Colombia, 2004.
Martínez, Liliana; Educación liberadora del oprimido, Documento; Morón, Argentina.
Botero, Uribe Darío; El derecho a la utopía; Ecoe, ediciones, Bogotá, 1997.
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G.G.M, UN CARIBE MÀS ¿Y QUÉ?
Autor: Edinson Pedroza Doria*
“Caribe es como decir indio bravo.
Es una palabra de guerra que cubre la floresta
Americana como el veneno de que se unta el aguijón de su flecha.
Y así es el mar, .el viento huracanado levanta olas,
montañas vivas.
Y las revienta contra la playa, y las pasea tierra adentro,
haciendo saltar los árboles en astillas.
Después de una tormenta, los gajos de la selva
quedan flotando en el remolino de las aguas
como tablas de una goleta destrozada.”
GERMÁN ARCINIEGAS, Biografía Caribe.
Abordar esta exposición sin identificar la posición pedagógica de los maestros del Distrito de Cartagena sería una afrenta a ésta como ciencia  y como soporte del quehacer diario de muchos de nosotros. Pues el ser maestro, en este caso de una ciudad histórica como Cartagena y referenciada  infinidades de veces por Gabito, además de ser orgullo para muchos de nosotros, es un gran compromiso con nuestra identidad y con nuestras gentes; especialmente, niños y jóvenes.
En este Diplomado Cartagena de Indias: Conocimiento vital del Caribe, II Travesía por la Geografía Garcimarqueana, espacio de convergencia  y divergencia de saberes, ha habido un aporte valioso para la configuración de  un corpus epistemológico que, más tarde, podría servir para la interpretación de  la obra del hijo del telegrafista, de una manera más práctica y sencilla. Hemos tenido presente, entre las percepciones de sumo interés, la  más simple del mundo: la literatura está hecha para disfrutarse y ser leída con el cedazo del corazón, pues en ella va un pedazo de la realidad, sino toda, de quienes escriben y de quienes leen. Nosotros no desconocemos esa realidad, la vivimos en nuestras conversaciones, con nuestros saberes disciplinares, la mamadera de gallo, con nuestras clases y con nuestras esperanzas e idealizaciones de un país más equitativo e incluyente.
Creemos que ese Ser Caribe que permea nuestras vidas,  y que palpita en cada latido, en cada evocación de momentos, espacios, colores, sabores y olores, guardados en nuestra memoria ancestral, se materializa cuando Gabito escribe y universaliza   su obra.
¡Caribe! sí, Caribe. Caribe que sueña, que ríe, que piensa, que llora, que espera. Así de sencillo como esa palabra es nuestra existencia; llena de alegrías y tristezas milenarias, pero cargada de potencialidades que diariamente se van cristalizando con la sinergia característica de nuestras costumbres. Se tendría que vivir aquí, en este caribe multicolor y adormecido por la brisa marina, para comprenderlo y disfrutarlo; no obstante, su lucha constante contra la alienación sociocultural y económica.
¡Caribe! Mundo insondable, para quienes desconocen de él, pero tan tangible para quienes diariamente convivimos con él y en él. ¡Caribe inmarcesible!  donde lo mítico, lo fantástico, lo onírico, lo irreal y lo real pareciera mancomunarse con el comportamiento y las cosmogonías  de sus gentes, haciendo que hombres y mujeres se muevan con el vaivén de las olas del mar, respiren el olor rancio de sus calles, plazas, casas y parques. Caribe configurado por el sincretismo armonioso que subyace en cada uno de los instantes respirados  en la cotidianidad, enmarcados en las obras de Gabito, desde la Hojarasca hasta Memoria de mis putas tristes.
Decir Caribe es manifestar otras formas de interpretar el mundo, otras visiones, otras necesidades, otras dudas y otras querencias que trascienden la geografía política y se arraigan en aquellas afinidades históricas y culturales que nos hacen únicos en la diversidad. Pues, las Remedios, las Úrsula,  los Aureliano, las Pilar Ternera, los Santiago Nassar, los José Arcadio, los Melquiades, entre muchos otros personajes son metáforas conocidas por cada uno de nosotros, los caribeños,  que semantizan ese mundo contradictorio, pero significativo  por su encanto como manifestaba Graciela Maglia en su conferencia: García Márquez y sus contemporáneos colombianos.
Asimismo, hablar del caribe significa muchas  posibilidades de reencuentros con nuestras raíces, sin importar que el tamiz de la razón se presente o no. Por eso, cuando se intenta aproximar un poco más a la existencia caribe, a su Ser, pareciera que se alejara de nuestras manos y de nuestro conocimiento por su inexorable complejidad; así como lo hizo Remedio la Bella, elevándose a los cielos para representar la búsqueda de lo absoluto. Sin embargo, ese alejamiento es el catalizador de la constante averiguación por aquellos elementos comunes y prácticos que sirvan para una cooperación regional contra los tentáculos globalizantes  e imperialistas que priman en esta era de la cibernética y la informática.
Según el profesor Antonio Benítez Rojo, el caribe, además de aquellos discursos disciplinares, surgidos de investigaciones de más de dos décadas, que lo acercan y le proporcionan elementos argumentales en pro de la defensa de su identidad, requiere de algunas formas de integración  que, por supuesto, traerá ventajas económicas, políticas  y socioculturales para sus gentes, siempre que haya una idea integradora y sólida desde el pensamiento de sus hombres y mujeres; esto es, desde sus gobernantes e  intelectuales. Y el arte, en mi concepto, especialmente las obras de Gabito, entre muchas otras de literatos escondidos en los meandros del olvido, podría ser un eje y piedra angular integradores. Razón, más que suficiente, para abordar desde otras tipologías investigativas  aquellos referentes consustanciales a la identidad caribe. Esos referentes que subyacen en la espontaneidad, el dicharacho, el chisme, la exageración extremadamente hiperbólica, que desborda la magia y la fantasía, el jolgorio, el hedonismo, la ironía, el carnaval, la burla entre  otras, manifiesto  en todas las obras de Gabito, caracterizado en cada uno de los personajes de su obra hechos que nos hacen ser verdaderamente caribeños,  permitiéndonos ser seres únicos, con deseos y querencias diferentes son los elementos que, estudiados desde las polifonías conceptuales y teóricas van construyendo un nuevo enfoque didáctico- pedagógico ofrecido en este diplomado.

Es necesario resaltar que la hibridación existente desde los tiempos de la conquista es un factor de análisis que podría dinamizar los estudios históricos, antropológicos, económicos, políticos, literarios, culturales y lingüísticos, entre otros, para que haya un sentido del discurso caribe, que pueda defenderse desde la academia; un conocimiento vital de nuestra realidad que nos identifique como forjadores de un pensamiento sensible y crítico a la vez. El trabajo decidido y profundo, según el investigador Jorge Nieves Oviedo, ayudará a “Re-pensar nuestra territorialidad (…), incluye comprender que los nexos culturales, las alianzas económicas, los sueños compartidos y los esfuerzos por integrarnos no con los saludables pero intermitentes frecuencia de los seminarios y eventos similares, sino de manera permanente y consolidada, por encima de los límites de nuestros respectivos Estados-nación, es una realidad no sólo deseable sino también alcanzable”.
Se  considera, aproximándonos un poco más a la realidad del caribe colombiano, que la eterna descalificación de nuestra forma de existir y gozar la vida, que se ha convertido en un estereotipo excluyente, desobligante y bufón, tiene que cambiarse cuando los discursos creados en y desde nuestra costa caribe comiencen a validarse desde nuestro propio imaginario  y a demostrar que, más allá del folclorismo, el baile y la música, existen otros referentes interesantes de identidad que deberían mirarse con detenimiento y sinceridad; no basta con calificar de “ Costeños flojos”; “ Negros borrachones y juergueros”, “ Costeños mama burras(zoofilia)”, entre otras terminologías, para señalar y referenciar nuestras costumbres; pues, “ El eterno paisaje del mar nos ha hecho mirar hacia fuera, hacia el horizonte, es decir, ser un pueblo extravertido, sonriente y generoso con el forastero”, pero también un pueblo con potencialidades y aportes a la cultura universal desde la ciencia y el arte. Que la obra de Gabo ha hecho posible la transformación y la comprensión de lo que somos.  Tal vez por esto el apego de muchos extranjeros por quedarse en nuestras tierras y consolidar la identidad pluricultural de nuestra región.  Se le podría preguntar a Gerald Martin, el biógrafo de Gabito, si más allá de su interés por la vida y obra del autor,  existen otros aspectos del Caribe, especialmente de Colombia, que le hayan llamado la atención y hayan marcado su cosmovisión extranjera de la existencia y el conocimiento. 
De otra parte, los referentes sociolingüísticos, de los cuales se ha hablado aquí durante este periplo por una parte del Caribe, podrían contribuir a cristalizar un perfil de acercamiento a nuestra realidad simbólica y podrían ser una perspectiva para tener en cuenta cuando se hable de integración caribe, no obstante la diversidad idiomática o sincrética que existe en la región. Hechos lingüísticos que trascienden lo gramatical, que aborden lo semántico, lo pragmático, lo social y lo semiótico son estudiados por  semiólogos, sociolingüistas, sociólogos, gramáticos y filólogos de una forma científica para poder tener y mantener una magnifica herramienta con la cual combatir el saqueo, la opresión, el abandono y la pobreza. No basta con la búsqueda de las identidades y raíces, si no hay  unas verdaderas aspiraciones por edificar una propia manera de conocer desde nuestra realidad. Los discursos descontextualizados que subyacen en “trabajos e investigaciones” europeizantes y europeizados son importantes, pero no bastan para abarcar la realidad polifónica del Caribe, porque por  muy importantes que ellos sean, se requiere que haya un rítmo acorde y coherente con nuestros investigadores y sus verdaderas realidades; ellos son los que pueden acompañarlos en este proceso investigativo por cuanto,  han convivido con los problemas y han podido conocerlos de primera mano. De ahí, la necesidad de configurar una sociedad o grupo, de investigadores integrados por todos los extranjeros,  libre pensantes y sin limitaciones,  que puedan acrecentar el conocimiento y reconocimiento de nuestra región caribe. Nuestra grandeza estará en saber quiénes somos y hacia dónde pensamos llegar por nuestros propios medios.
Si Gabito y muchos otros escritores lo cristalizaron en sus obras, a través de esos discursos cargados de esencia identataria, por qué no hacerlo, desde otros trabajos que reflejen nuestra realidad cotidiana con todos sus matices. El Caribe es esencia emancipadora. Pero no basta con enunciarlo, se necesita decisión, acción y compromiso con el pensamiento. La infelicidad o felicidad de nuestra existencia estará inmersa en la percepción que se asuma de aquí en adelante con la anuencia de quienes vienen trabajando desde hace décadas por un discurso consecuente con nuestra realidad caribe. Parodiando a Benítez Rojos: “Y es que, para no exiliarnos irrecuperablemente necesitamos la idea de que pertenecemos a una gran patria, de que no navegamos solos; necesitamos la certidumbre de que individualmente hemos hecho parte de una gran historia y cultura colectiva; necesitamos, en fin, saber más de nosotros mismos,…”  Esa es la cuestión por analizar, abordar y concretar desde nuestras propias perspectivas, puesto que “atreverse a pensar es empezar a luchar” como diría Gabito alguna vez en su interminable cavilar escritural, recogido en su momento como frase de combate de la revista Alternativa.  
Pero ¿Cómo trascender pedagógica y didácticamente la experiencia de este espacio de encuentro disciplinar: Diplomado Cartagena de Indias: conocimiento vital del Caribe “II Travesía  por la geografía Garciamarqueana? Sería importante, primeramente, establecer una aproximación sintética a los lugares comunes, visiones, interpretaciones críticas, influencias que sobre la vida y obra de Gabito se han planteado en este escenario. Pues se considera  que las interpretaciones histórico-literarias, que se han contextualizado en sus reales escenarios, como ejes de su gran obra, deben constituirse, desde una perspectiva de acción pedagógica, en ámbitos prácticos de nuevos aprendizajes. Que nos permita una cabal comprensión del juego espacio-temporal, empleado por García Márquez, y que posibilite una interpretación más real a la carga simbólica, semántica y ficcional que subyace en sus obras.
Para los educadores del Distrito de Cartagena es fundamental retomar e investigar la obra garciamarquena, desde los elementos técnico-literarios, con sus respectivas categorizaciones analíticas y comenzar a resemantizar las fronteras conceptuales y generar ricas polémicas interpretativas que trasciendan los cánones establecidos hasta el momento, generando con ello una nueva forma de asumir la literatura, permitiéndonos una identidad caribeña que catalice la transformación que nos visibilice a todos y no a unos cuantos. Posibilidad que podría concretarse mediante el diseño y ejecución de la Cátedra de Formación  e Investigación permanente en la vida y obra de G.G.M como pilar de nuestra identidad caribeña, al alcance de nuestros niños y jóvenes. Pues, analogando la frase: “la literatura es la única prueba concreta de la existencia del hombre”.

Referencias Bibliográficas
-Benítez, Rojo Antonio; El caribe en el siglo XXI: Un proyecto de Investigación. Fondo de Publicaciones de la Universidad del Atlántico, 1999. Ponencia presentada en IV Seminario Internacional de estudios del Caribe.
-González, P. Marcos y Rueda E. José Eduardo, Compiladores: Investigación Interdisciplinaria: Urdimbres y tramas.  Colección Aula Abierta, Editorial Magisterio, Bogotá, 1998.         
-Nieves, Oviedo Jorge; Dinámicas de Campo en el Caribe Colombiano. Fondo de Publicaciones de la Universidad del Atlántico, 1999. Ponencia presentada en IV Seminario Internacional de estudios del Caribe. 
- Pedroza, Doria Edinson; Caribe ¿Y qué? Periódico El Universal, Magazìn dominical, julio 29 de 2007.
* Docente de castellano y Literatura del Distrito de Cartagena, Institución Educativa Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
(Se agradece la colaboración, sugerencias y recomendaciones de los docentes Alfonso Arce y Mapy May Ripoll)

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DEL FACILISMO A LA DIFICULTAD: UNA FORMA DE TRASCENDER LA PEREZA MENTAL DEL SIGLO XXI


“El hombre mediocre siempre culpa de sus fracasos a los demás;

el hombre superior se culpa a sí mismo”

Confucio.

Autor: Edinson Pedroza Doria

RESUMEN


No es fácil contrarrestar la manera como se acrecienta la cultura del facilismo o del menor esfuerzo en nuestra sociedad mediatizada; todo se ha ido diluyendo en una generalización soterrada de que ésta ha avanzado tanto, que las máquinas lo hacen todo por el hombre. Aunque esto sea verdad, sería bueno realizar una reflexión seria para no seguir negando las capacidades de cada uno de nosotros. La cultura del menor esfuerzo; la pedagogía del facilismo debe desaparecer de conductas y comportamientos en jóvenes y adultos de esta época. Ya es hora de mirar más allá de la existencia adormecida de nuestra sociedad donde los medios y la educación han jugado papel importante en el reinado de la abulia intelectual. Aquí se plantea de forma muy general la idea de catalizar acciones pertinentes y relevantes para no caer en la alienación e ir configurando una cultura del esfuerzo, que permita salir de la cárcel del subdesarrollo como lo dijera, en alguna oportunidad, Arturo Uslar Pietri.

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Actualmente, uno de los tantos y grandes problemas que enfrenta la formación escolar en todos sus niveles, está relacionado con la poca disposición tanto de padres, docentes y estudiantes por asumir la cultura del esfuerzo o, mejor decir, la pedagogía de la dificultad como parte fundamental en el proceso académico, puesto que empecinados en el facilismo, se han creado comportamientos soportados como normales en nuestra cultura intelectual. Tal vez ese problema radica en la incapacidad de unos y otros por no saber superar lo que los medios venden a través de sus programas cotidianos y que desdicen de la “mayoría de edad” que debe poseer el individuo cuando utiliza el entendimiento para diferenciar lo que sirve de lo que es lesivo a sus intereses. Programas alienadores y propiciadores de normas deschavetadas y acríticas, que socavan las estructuras culturales de la nación. Me atrevería a afirmar categóricamente, que el contexto cultural donde se desenvuelven nuestros jóvenes y adultos, ha hecho que no haya un norte definido para la movilidad social por medio del conocimiento, no obstante vivir en la sociedad de éste. Entonces, educar a hijos e hijas, con la concepción del sacrificio y el esfuerzo intelectual como elementos necesarios para la formación integral, forjadores de la personalidad sólida como valor fundamental para el progreso y desarrollo de una nación, choca con esos modelos sociales que los medios imponen o proyectan en sus programas, acolitados por el poder hegemónico de administraciones gubernamentales alienadoras. La sociedad adormecida o sorda ante las acometidas de quienes se elevan como sus defensores, se arrastra a su autodestrucción, imposibilitando su verdadero progreso.

Esta reflexión está encaminada a convocar esfuerzos desde la universidad para que la cultura, basada en la vida descomplicada y sin esfuerzo, que solo busca el placer, no importando el fracaso de unos y otros, sea desarraigada y se comience a gestar un accionar para una mejor disposición y fortalecimientos de una academia catalizadora del pensamiento y la creatividad como ejes sociológicos, cognitivos y cognoscitivos trascendentales que mejore el nivel de vida de una nación olvidada y oprimida por el abandono como señalaba alguna vez, García Márquez .

De lo anterior surge las preguntas ¿Cómo realizar una concientización para que la cultura del esfuerzo en nuestra academia, provoque la movilización colectiva a través del pensamiento, permitiéndonos unos mejores resultados en la formación de estas generaciones de hombres y mujeres? ¿Se dará la relación respetuosa entre realidad-academia sin hacer un acto de contrición serio, responsable y honesto desde la universidad? ¿Se posibilitará la acción investigativa cómo elemento transformador del quehacer cotidiano de la docencia, permitiendo una transformación en la percepción que se tiene de la educación profesional? Preguntas muy interesantes y complejas de resolver de buenas a primera por las implicaciones y connotaciones inmersas en ellas, puesto que asumir una sola postura obligaría a mantener una sólida perspectiva ante problemas con múltiples aristas. Según mi concepto, es bueno analizar que una educación normativizada con artículos y decretos facilitadores del menor esfuerzo, y sin una función específica para después del egreso, es un canto de sirena para los oídos de jóvenes con problemas de comportamiento y baja autoestima, sin motivación y sin un proyecto de vida definido de común acuerdo con sus verdaderos intereses.

No obstante lo anterior, considero que si hay una dosis de motivación y oportunidades reales para después de finalizar sus estudios, se podría enrumbar el camino hacia los objetivos y metas de una sociedad oxigenada con la sangre nueva de jóvenes profesionales, demostrándoles, eso sí, que la creatividad e iniciativa son las únicas herramientas con las cuales se puede acceder a posiciones de poder y movilidad. Pues “Hay que poner un gran signo de interrogación sobre le valor de lo fácil; no sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pones en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades.”, afirmaba Estanislao Zuleta en su Elogio de la dificultad, haciendo énfasis en la importancia de la creatividad como enriquecedora de la vida y el pensamiento.

En mi concepto, se podría trabajar desde la conciencia de los jóvenes para que le encuentren sentido a su estadía en la universidad, ya que si se les deja a un lado, sin desplegarles su imaginación a través del trabajo fuerte y exigente, se castraría su creatividad, propiciándose formas de decirles que también se puede crear sin esfuerzo colectivo cuando es todo lo contrario; el trabajo cooperado y dialogado con respeto es el referente con el cual se modifica el anquilosamiento intelectual. Ya el paternalismo académico tiene que acabarse y comenzar a vislumbrarse alternativas colaterales ante la abulia espiritual e intelectual de estudiantes, padres y profesores. Sin embargo, no es que se trata de incidir con nuestras propias frustraciones, sino en indicarles que cada uno tiene sus propias capacidades y que éstas pueden utilizarse siempre y cuando se desarrollen en las debidas proporciones; desarrollar aquellas competencias para que se generen transformaciones pertinentes.

Según los expertos, la motivación es factor determinante. Como diría el pedagogo: la pedagogía de la contrariedad es la vía más práctica. Hacerles ver que el esfuerzo si tiene sentido en la vida, en la formación. Nada es fácil en la vida, más cuando se está en una sociedad cuya información cubre todas las esferas y es necesario cambiar o estar preparados para la apropiación inmediata de ella como exigencia del aquí y el ahora. Igualmente, mostrar los beneficios del esfuerzo con ejemplos cercanos a la realidad, de aquellos que han llegado allí por sus capacidades y no porque se les haya regalado nada.

Considero que la propuesta de la denotada pedagogía de la contrariedad permitiría que el estudiante universitario se forje una idea del esfuerzo como sinergia alentadora para su desarrollo personal y social. “Confrontar las contrariedades en el proceso de aprendizaje le ayudará a salir adelante. Si no se esfuerza en solucionarlas nadie lo hará por él y esa es la realidad que hay fuera del ‘nido’. Si no encuentra obstáculos en el camino no aprenderá nunca a superarlos”, manifiesta el pedagogo con la contundencia de sus palabras llanas y sin tapujos conceptuales.

Él recurre al ejemplo de la bicicleta: “Cuando son pequeñitos, primero van en triciclo y luego pasan a la bicicleta con dos ruedas pequeñas de soporte. Pero, será necesario que los padres se dejen los riñones aguantando el sillín mientras corren detrás y que ellos se despellejen las rodillas de vez en cuando para que aprendan a ir a dos ruedas”. Con este ejemplo se patentiza aún más lo que anteriormente se manifestaba; se tiene que dinamizar la cultura del esfuerzo como aliciente para una mejor sociedad, desalienada y cultivada para el trabajo sistemático y práctico que motive la creatividad y la innovación.

Asegura el pedagogo Torralba” La cultura de la contrariedad es aquella que nos indica que si no se experimenta ni se van corrigiendo a través de la práctica crítica, las falencias, difícilmente se podrían superar. Combatiríamos de lleno la idea de la movilidad de un semestre a otros por la ley del arrastre". Ya es hora de trascender la ley del mínimo esfuerzo o la ley de la nota mínima para ganar la asignatura.

Pero a todo esto qué es lo que se propone con la reflexión. Quizá buscar un acercamiento más realista a esa problemática generalizada y soportada estoicamente por la gran mayoría para no tener que luchar con las contradicciones.

Por último, a manera de síntesis, recojamos lo siguiente: “el trabajo de educar es, esencialmente, un trabajo que corresponde al padre y a la madre. Actualmente, aún reconociendo la dificultad que conlleva conciliar la vida laboral y familiar, “hay una cierta tendencia a la dejadez y a delegar muchas veces esa tarea a la escuela: ‘Pago, ahí os lo dejo’”.

Fuentes bibliográficas:

ZULETA, Estanislao; Elogio de la dificultad, Fundación Estanislao Zuleta, 1998, Cali.

RUIZ, Víctor en Forum Libertas.


                                           VIAJE AL CENTRO… del conocimiento

Sè que serà un paseo interesante y placentero si lo deseas; pero, si te tensionas y te apresuras demasiado, de seguro no podràs disfrutarlo. Te aseguro que si lo afirmo es porque tengo la certeza de lo dicho. Sin embargo, hagamos algunas preguntas para iniciar y ponernos còmodos. ¿Sabes què es un proyecto de vida? ¿Què haces para que se vaya materializando a travès de los años de aprendizaje? ¿Còmo abordas los saberes y habilidades necesarios para configurar ese proyeto de vida? ¿Què estrategias utilizas para alcanzar lo requerido en tu formaciòn intelectual, social y cultural? Son preguntas que puedes resolver ahora o esperar terminar el paseo para que tengas la seguridad de lo que vas a decir. No te obligarè; sòlo te pedirè cordura y franqueza, puesto que serà lo que debes emplear en este rato de esparcimiento.
Sabes, es un paseo hasta chèvere para esta època. Creo que sòlo tienes la posibilidad de ser tù mismo, sin necesidad de depender de otros. La vida es asi y debes poner un poco de tì en cada acto de tu existencia. Recuerda: cogito, ergo sum. Ahora, aunque no alcances a comprender, estàs en tu minorìa de edad; pero no la cronològica, sino esa donde requieres de alguien que siempre te ilumine el sendero y lleve la antorcha que tù debes llevar con presteza, pero sin cortarte la alas de la libertad y autonomìa. Te aseguro que con este recorrido iràs hilvanando una a una las ideas y cuando regreses tendràs la oportunidad de meditar las respuestas y mañana podràs decir con holgura y gracia que aprendiste, por ti mismo, un camino importante para en tu existencia.
Bueno, entonces comencemos diciendo que no estàs en el lugar equivocado, sino en el punto preciso. Es un dìa como para sentirte seguro de tus capacidades y posibilidades. Sòlo pido paciencia e inteligencia para alcanzar los objetivos del paseo, que te solaces y aprendas, porque lo demàs lo sabràs comprender e interpretar cuando vayas lenta y seguramante por esos tortuosos caminos que hacen que la travesìa sea pesada, pero interesante.
Es un dìa radiante; el sol asoma su ardiente rostro con la vehemencia de siempre. Azota las playas que miran impàvidas las murrallas de esta ciudad, con la misma fuerza con que golpea la piel de los bañistas y transeùntes. No todos lo comprenden, pero intentan acomodarse a esa realidad. Te noto evasivo y pienso que no estàs muy seguro de lo que quieres. Quizàs debì decìrtelo, mas espero que sea mejor asì, para que te des cuenta de las capacidades que tienes y que aùn no has desentrañado porque temes fracasar. ¡Quièn no tiene temor la primera vez cuando se enfrenta a lo desconocido! Todos lo sufrimos. Se podrìa afirmar que es una necesidad que potencializa el deseo de demostrarnos a nosotros que somos capaces. Sì, el miedo es atàvico, nace con uno y uno lo lleva atado a los talones, es diferente al temor. Mientras el temor lo adquirimos, el miedo naciò con uno y està en uno, hasta en los tuètanos.
Mira còmo la gente camina presurosa e insegura de lo que desea. Nosotros, espero que tù lo confirmes, tenemos otros propòsitos con nuestro viaje. Los carros, el sol, la bulla, los colores de los vestidos de las mujeres nuestras, las del caribe, las hacen ver exòticas y màs hermosas. Los gritos se acumulan en esta historia que nos legò una independencia a medias; todo eso nos sorprende y nos hace amar lo que estamos haciendo. Le encontramos sentido a lo que hacemos; estamos motivados; disfrutamos aunque sea la primera vez que salimos a conocer este laberinto que està cerca de nosotros, pero tan lejos a la vez. Hay una intencionalidad y ponemos todo nuestro empeño en alcanzar el fin de nuestra excursiòn, disfrutamos de lo nuestro aunque intenten arrebatàrnoslo con cada transaciòn que se dè el los grandes hoteles.
Primera parada. Mira, siempre hay una perspectiva para abordar lo que se aprende. Èsta puede estar cimentada en la construcciòn autònoma o mediada por un maestro; otra por las mismas capacidades que tù posees y que has adquirido a traves de tus experiencias familiares, sociales, culturales y hasta cognitivas. Enfìn, tù pones en evidencias todo esto cuando aprendes; cuando aprendes habilidades para ejecutar X o Y actividad, actitudes y conocimientos que te serviràn en cualquier momento o ante cualquier situaciòn problèmica. Por tanto, la demostraciòn de todas esas facultades inherentes a tì, son la evidencia de que tù eres una persona capaz de servirte de tus propias competencias.
Te sorprendes. No sabes que estamos llegando al sitio de la segunda parada. Eso del aprendizaje ya fue abordado desde los tiempos inmemoriales de los griegos. No te rìas ni me mires con esa incredulidad; sabes, es bueno que dudes.Me parece lo màs recomendable cuando estamos ante lo desconocido. ¿Tienes sed? Es mejor tomarnos un respiro y desde aquì observemos como las palenqueras pregonan sus frutas y alegrìas. ¿Un coco frìo? ¡Claro! Y si es biche, mejor para hidratarnos y recuperarnos. Te sientes dèbil cuando no tienes la cantidad de lìquido necesario en tu organismo. Igualmente nosotros nos sentimos asì cuando no poseemos las herramientas bàsicas para independizarnos de quienes intentan imponernos sus saberes. No tenemos la capacidad de ganar conciencia sobre aquellos procesos presentes en nuestro aprendizaje. Condiciòn fundamental, si no lo sabìas, para alcanzar la plenitud y la utonomìa como seres independientes e inalienables. Por eso te hablo de tomar conciencia que te permita autodirigir y autorregular lo que aprendes, pero con la intencionalidad y el conocimiento de saber còmo trabajas cuando aprendes. Es decir, aprender a identificar cuàndo aprendes lo que quieres segùn tus intereses y necesidades. Yo dirìa, sin que suene a frase de cajòn: la metacongniciòn no es màs que el conocimiento del conocimiento para el conocimiento. ¿Raro, verdad? Pero es asì.
Mira, a lo lejos las gaviotas revolotean y buscan dejar su huella en el aire. Permìteme que te haga la siguiente comparaciòn. Como esa gaviota que se distingue en el horizonte, asì eres tù ahora mismo. Ella està iniciàndose en su libertad; està gestionando su propio saber para luego tener su plena libertad de gaviota; ya no dependerà de sus maestros ni del grupo en su totalidad; podrà avanzar, si alcanza su pulimento, por sì misma en su proceso libertario. Asì, con esa comportamiento deberìas tù realizar tu propio autodesarrollo; ser tù deberìa ser tu ideal. No puedes esperar que tu maestro te dè todo, te entregue todo porque te convierte en un paràsito, en un bueno para nada. ¡Cuànto me gustarìa que abrieras los ojos y te guiaras con tu propia luz; la luz de tu mente y tus capacidades! Debes hacer tus actividades con el interès y la motivaciòn que requiere la ejercitaciòn, tù conoces tus fortalezas y debilidades, luego entonces debes aprender a valorar, evaluar lo que haces para alcanzar tus objetivos. En pocas palabras, debes ser tu propio profesor. ¿De què vale que te entregue todo, si no haces nada por asimilar por tus rpopios medios?
Terecera y ùltima parada. Mira la arena; està blanca, mojada y caliente a la vez. Tres condiciones aparentemente incongruentes, sin embargo, relacionadas internamente la una a la otra. Veamos. Cada una adquiere su condiciòn independiente de la otra. La blancura por la cercanìa del mar y su salinidad; lo mojado por estar muy cerca del mar y lo caliente por estar en la costa. Asi se puede decir de manera sencilla que nos vamos haciendo de conocimientos cotidianos sin hacer muchos esfuerzos cognitivos. No debes olvidar que nuestra libertad està en la mente y cuando èsta se esclaviza a un lìder se deja estrujar como la naranja por el que hace el jugo, aunque esa es su funciòn en la realidad. Estar allì para ser estrujada. Me gustararìa que fueras mirando còmo las olas van y vienen para que comprendas el sentido de la vida; sin embargo, màs allà està la existencia. Desearìa que te hicieras la idea del eterno retorno que subyace en el aquì y el ahora. Es mejor que pensemos regresar, porque nuestro periplo culminò con el mensaje que el viento nos trae de las costas de màs allà de los mares. Quizàs sean nuestros ancestros que indican que todo lo que sube debe bajar màs tarde que nunca. Sòlo deseo que seas tù y puedas servirte de tus propias capacidades sin demeritar a tus semejantes, porque cada uno de nosotros es uno, pero muchos a la vez.

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